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Propiedades del aceite de oliva más allá de cuidar a tu corazón

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Propiedades del aceite de oliva que seguro no conocías

A tu corazón le gustan las propiedades del aceite de oliva, sobre eso no hay duda.

 

Se han publicado diversos estudios, como uno de la Universidad de Florida (Dahl, Tandlich y England, 2017), orientados a demostrar que este aceite podría tener efectos benéficos en la salud cardiovascular. Sin embargo, no son los únicos.

 

Al preguntarnos para qué sirve el aceite de oliva, la respuesta es obvia: para cocinar y darle un sabor increíble a los alimentos. Lo que no salta a la vista es que detrás de ese líquido dorado hay dos tipos de propiedades:

 

  1. Propiedades organolépticas: la revista especializada BCI (De los Santos, 2012) las define como aquellas que permiten la cata (¡Sí, al igual que el vino el aceite de oliva se cata!). Esto quiere decir que se refieren al aroma, sabor y textura.
  2. Propiedades que influyen en la salud: son las que vamos a abordar en este artículo y están relacionadas a los tipos de nutrientes.

 

Sigue leyendo porque te vamos a contar los secretos mejor guardados del aceite de oliva.

 

Armas para tus soldados: propiedades del aceite de oliva en el sistema inmunológico

 

El fortalecimiento al sistema inmunológico es una de las propiedades del aceite de oliva a la que le hace falta difusión.

 

Un artículo de la revista Nutrición Hospitalaria (Puertollano, Puertollano, Álvarez De Cienfuegos, et. al, 2010) detalló cómo funciona ese proceso.

 

Lo que sucede es que los ácidos grasos presentes en el aceite de oliva pueden producir un aumento moderado en la producción de glóbulos blancos. Es decir, de los soldados que usa el sistema inmunológico para protegerse de las infecciones (Puertollano, Puertollano, Álvarez De Cienfuegos, et. al, 2010).

 

Por otra parte, los polifenoles presentes en el aceite de oliva extra virgen podrían ayudar a combatir las inflamaciones. Lo anterior se explica en un artículo de la revista Nutrición Clínica en Medicina (Sánchez – Rodríguez, D Mesa, 2018).

 

En conclusión, agregar de forma habitual aceite de oliva a las comidas podría tener propiedades protectoras frente a agentes infecciosos y podría ayudar a reducir algunos procesos inflamatorios (Puertollano, Puertollano, Álvarez De Cienfuegos, et. al, 2010).

 

Este beneficio se obtiene si la ingesta de aceite de oliva se acompaña de una dieta balanceada.

 

Es necesario comer frutas, verduras, cereales, lácteos, pescados y pocas carnes. Además, se recomienda consumir grasas saludables (Carreto, Cuerdo, Dirienzo, 2002).

 

Buenos pensamientos: propiedades del aceite de oliva en el cerebro

 

Tu cerebro es otro de los órganos que podría verse beneficiado con las propiedades del aceite de oliva.

 

La revista Nutrición Clínica en Medicina (Sánchez – Rodríguez, D Mesa, 2018) publicó que cada vez hay más evidencias que demuestran el papel protector al cerebro del aceite derivado de la oliva.

 

La razón es simple: la mayoría de los trastornos neurodegenerativos se caracterizan por el estrés oxidativo; lo que coloquialmente podría explicarse como envejecimiento celular.

 

El aceite de oliva tiene un efecto antioxidante que podría evitar el envejecimiento prematuro de las células del cerebro (Sánchez – Rodríguez, D Mesa, 2018).

 

Además, tiene la capacidad de eliminar algo que se llama agregados proteicos. Estos se acumulan en el tejido neuronal produciendo daño, disfunción e incluso la muerte de las neuronas.

 

El aceite de oliva podría funcionar como una escoba que barre esos acumulados. Consumirlo habitualmente podría ayudar a prevenir daños (Sánchez – Rodríguez, D Mesa, 2018).

 

Propiedades del aceite de oliva desde antes de nacer

 

¿Sabías que hay beneficios del aceite de oliva que se producen desde antes de nacer?

 

Un artículo científico de la revista Invenio (Carreto, Cuerdo, Dirienzo, 2002) explicó los efectos de este aceite en los fetos cuyas madres lo consumieron durante el embarazo.

 

Cuando estamos en el vientre materno necesitamos vitamina E para crecer; el aceite de oliva la contiene. Por ese motivo, los hijos de madres que obtuvieron el 10% de las grasas que necesitaban del aceite de oliva podrían tener mejor desarrollo postnatal.

 

Esto se ve reflejado en talla, peso, comportamiento y adquisición de reflejos sicomotores (Carreto, Cuerdo, Dirienzo, 2002).

 

Pero sus beneficios podrían extenderse más allá. La publicación (Carreto, Cuerdo, Dirienzo, 2002) explica que se prolongan después de la gestación. Cuando nacemos, empezamos a luchar contra el estrés oxidativo que produce respirar, las reservas de vitamina E nos ayudan a combatirlo.

 

Además, la vitamina E se concentra durante el embarazo en la glándula mamaria. Por lo anterior, la madre la transmite a su hijo durante la lactancia, prolongando la protección del bebé (Carreto, Cuerdo, Dirienzo, 2002).

 

Detallar las propiedades del aceite de oliva es un tema interminable. Por ejemplo, en esta ocasión no te hablamos de cómo mejora el sabor de los cocteles… afortunadamente, esa información la encuentras en nuestro blog.

 

Lo que es cierto es que los beneficios de este aceite se podrían producir desde antes de nacer y se podrían prolongar a lo largo de nuestra vida. Un sistema inmunológico fuerte y una buena salud neuronal son dos razones de peso para agregarlo a las comidas (Carreto, Cuerdo, Dirienzo, 2002) (Puertollano, Puertollano, Álvarez De Cienfuegos, et. al, 2010).

 

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