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BIENESTAR

¿Cómo prevenir las enfermedades del sistema circulatorio desde la alimentación?

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Cómo prevenir enfermedades del sistema circulatorio: ensalada de legumbres y frutas.

Las enfermedades del sistema circulatorio son unas de las causas más comunes de mortalidad y discapacidad. Y es que sufrir del corazón tiene muchos factores de riesgo como la edad, el género y la ascendencia familiar.

 

Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, (2018), la composición exacta de una alimentación saludable está determinada por las características de cada persona.

 

De esta manera, un sistema circulatorio sano requiere de acciones para proteger el corazón. Desde las más sencillas como dormir suficiente y controlar el estrés, hasta la más importante:

alimentarte con una dieta saludable. Con esto, es posible ayudar al organismo a prevenir las enfermedades relacionadas al sistema circulatorio.

 

Principales enfermedades

 

Asumir cambios en nuestra forma de alimentarnos no es fácil, pero si se trata de salud, debes hacer lo necesario. Para empezar, debes conocer cuáles son las enfermedades del sistema circulatorio más comunes. Luego, establecer junto con tu médico de confianza cuáles son los alimentos que debe tener una dieta de prevención. Así, podrás adoptar los hábitos alimenticios adecuados para tu cuerpo.

 

El Texas Heart Institute establece que una dieta nutritiva y equilibrada es la forma más efectiva de disminuir el riesgo de sufrir enfermedades del corazón. Aquí te contamos cuáles son las principales enfermedades que puedes evitar o disminuir con una buena nutrición.

 

Aneurisma

 

Se trata de una de las enfermedades más graves que aparece por factores de obesidad, diabetes, el consumo de alcohol y la hipertensión. Es un ensanchamiento o abombamiento anormal de una arteria, que aparece de forma espontánea, sobre todo en algunas partes del cuerpo como el cerebro, el corazón y el intestino.

 

Su principal riesgo es que puede aumentar su tamaño de repente y desmesuradamente, por lo que la cavidad puede reventar. Esto provoca hemorragias graves que muchas veces terminan en una intervención quirúrgica. Sus síntomas aparecen como un aviso, en forma de fatiga, problemas de percepción y equilibrio, en la visión, el habla y otros.

 

Arteriosclerosis

 

Es una de las enfermedades causadas por los depósitos de grasas. Estos se acumulan en las paredes interiores de los vasos sanguíneos, específicamente en el endotelio. Por ello, producen una inflamación en la arteria y un engrosamiento en la sección muscular.

 

En su estado más grave la arteria puede romperse y formar trombos, lo que provoca un bloqueo en los vasos que se encuentran delante de ella. De esta manera, impide un correcto flujo sanguíneo por lo que debe ser eliminado con urgencia. Esta enfermedad no es detectable y lo único que puedes hacer es adoptar hábitos de vida saludables para prevenirla.

 

Accidente cerebrovascular

 

El accidente cerebrovascular conocido también como ictus se puede prevenir si tienes una buena alimentación y haces actividad física regular. Aunque tiene más incidencia en personas mayores, mantener una dieta saludable a lo largo de los años evitará su aparición.

 

Se trata de infartos cerebrales o hemorrágicos que tienen lugar de dos formas en el cerebro. La primera es cuando cede la circulación de la sangre y la segunda al romperse un vaso que lo recorre.

 

Entre sus principales síntomas están la pérdida de fuerza en las extremidades, mareos, pérdida de equilibrio y coordinación. Otros más graves afectan la comprensión, el habla impedida y hasta la pérdida de la visión. Es considerada una de las enfermedades del sistema circulatorio que deja mayores secuelas, difíciles de recuperar.

 

Infarto agudo de miocardio

 

La mayor causa del infarto agudo de miocardio es la acumulación de grasas en las arterias generada por colesterol alto. Y es que, en el transcurso de este, el corazón se detiene por completo, por lo que la actuación médica debe ser lo más rápida para canalizar el flujo vascular por un camino alterno. Al aplicar actividad eléctrica en el corazón es posible revertirlo a tiempo.

 

Es una enfermedad que sufren principalmente los hombres de más de 40 años. Sobre todo, si padecen de obesidad y estrés. Por esto, es importante llevar una dieta equilibrada con alimentos saludables que ayuden a mantener las arterias limpias.

 

Insuficiencia Cardíaca

 

Es una enfermedad que aparece cuando el corazón no puede bombear la sangre a todo el organismo. Esto produce varios efectos negativos que inciden en tu ritmo cardíaco y genera fatiga en mayor proporción. Se debe a que el corazón no puede abastecer de oxígeno necesario al cuerpo para su funcionamiento.

 

Aunque aparece espontáneamente por otros problemas del corazón, lo cierto es que una buena alimentación puede prevenirla y tratarla. Por esto, su tratamiento se basa en un estilo de vida saludable con ejercicio físico regular y una alimentación adecuada. De las enfermedades del sistema circulatorio esta es la más tratable al implementar una dieta baja en sal.

 

¿Cómo evitar las enfermedades del sistema circulatorio?

 

Como ya te hemos explicado, la mayoría de estas enfermedades las puedes tratar con una alimentación sana, equilibrada y variada. Se trata de incluir en tu dieta diaria abundantes frutas y verduras, una correcta porción de proteínas, grasas buenas, legumbres y cereales integrales.

 

Se recomienda una alimentación baja en sal sin necesidad de eliminarla por completo. En ese caso, la OMS (2018) establece un consumo adecuado de máximo 5 gramos al día.

 

También, hace hincapié en que el 30% de la ingesta calórica debe proceder de las grasas no saturadas, por eso es importante que consumas grasas buenas. Al contrario de lo que se piensa, estas hacen parte de una dieta saludable. Sobre todo, aquellas que provienen de aceites vegetales como el aceite de oliva que es una fuente natural de antioxidantes.

 

Principales recomendaciones para una dieta balanceada y saludable

 

Para cuidarte, es necesario mantener una buena alimentación que contenga al menos:

 

  • 5 porciones al día de frutas y verduras frescas de temporada, que además sean variadas.
  • Alimentos integrales como maíz, avena, arroz no procesado, mijo, pan, pastas y otros productos a base de trigo integral.
  • Grasas sanas o insaturadas sobre todo las líquidas como el aceite de oliva, ya que aportan omega 9 y antioxidantes.
  • Alimentos proteicos como las carnes y los ricos en omega 3 como los pescados, mariscos.
  • Algunas fuentes vegetales como las nueces y semillas.
  • Legumbres como las lentejas que son ricas en hierro y ácido fólico.
  • Frutos secos como fuente de minerales y con grandes propiedades antioxidantes.
  • De 1.5 a 2 litros de agua para hidratar tu cuerpo y ayudarlo a tener correctas funciones vitales.

 

De esta manera, puedes disminuir los riesgos de padecer alguna de las enfermedades del sistema circulatorio. Recuerda que antes de cambiar tu dieta es necesario que consultes a un nutricionista porque no todos los cuerpos son iguales.

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